Si queremos construir un ecosistema de innovación realmente eficiente, necesitamos situar a las empresas en el centro. Sin un tejido empresarial más innovador y tecnológicamente avanzado, nuestra competitividad y resiliencia territorial y, por lo tanto, la calidad de vida de nuestros ciudadanos, no mejorará. En este sentido, la transferencia tecnológica es un reto clave en el sistema de innovación catalán y europeo, pero a pesar de la excelencia científica, la conversión de esta investigación en innovación es limitada, tal como queda recogido en el artículo “La transferencia de tecnología. Una perspectiva diferente”, que firmo en el último número de la Revista Econòmica de Catalunya (REC). Desde esta perspectiva, el modelo que considera la transferencia tecnológica como un proceso lineal no es eficiente para mejorar la prestación innovadora de un territorio en su conjunto. También es importante destacar que la innovación no es solo resultado del «technology push», sino de interacciones entre los agentes del ecosistema, con las empresas como actores principales. |